¿Puede la imagen captar la chispa de la consciencia?

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Cuando observamos con detenimiento la mirada y expresión de los grandes simios -gorilas, orangutanes y chimpancés- parece fácil contestar a la pregunta inicial de este trabajo y responder que obviamente son seres pensantes y con un alto grado de consciencia. Sin embargo esto parece no resultar tan evidente cuando hablamos de los pequeños titíes que habitan las selvas tropicales . ¿Existe una línea divisoria o la consciencia se manifiesta en una serie infinita de grises?

El tití pigmeo o mono de bolsillo es el primate más pequeño del mundo. Mide unos 15 centímetros y pesa poco más de 100 gramos aunque es capaz de dar saltos de hasta cinco metros. Vive en lo bosques húmedos tropicales de la Amazonia donde se alimenta principalmente de insectos y de la savia que extrae de los árboles. Vive en grupos de unos 5 individuos liderados por dos machos alfa. Mediante sus expresiones faciales puede mostrar sorpresa, miedo y alegría a través de varios movimientos usando sus labios, párpados y melena. Emite agudos trinos y vocalizaciones para comunicarse y alertar del peligro de los depredadores.

tití pigmeo, chichico
Títí pigmeo (Cebuella pygmaea), chichico o mono de bolsillo

El Tamarin Midas -abajo izquierda- vive en grupos cooperativos territoriales de 4 a 15 individuos. La defensa es una prioridad del grupo; cuando uno es amenazado llama a los demás compañeros y pueden tornarse agresivos mostrando los dientes y las manos a manera de pequeñas garras.

El tití emperador es un pequeño primate inconfundible por sus enormes bigotes blancos. Vive en grupos de unos 10 integrantes en los húmedos bosques amazónicos. Los machos ayudan en la crianza cargando las crías, que entregan a la madre media hora, cada tres horas, para la lactancia.

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El mangabey de coronilla blanca -abajo- habita en los bosques tropicales de Africa occidental. Se encuentra en grave peligro de extinción. Se comunican con chillidos, gritos, risas y gruñidos, así como mostrando sus párpados blancos y complejos gestos faciales.

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Los sakis – Phytecia monachus- son primates saltadores de carácter asustadizo que habitan en la Amazonia colombiana. Son monógamos de por vida y reconocen a su pareja mediante vocalizaciones altamente especializadas que incluyen estridentes chillidos, trinos y silbidos. Si se enfadan gruñen, ladran e incluso llegan a emitir rugidos. Han sido muy poco estudiados por su carácter escurridizo y difícil de observar.

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Los babuinos o papiones africanos -abajo- viven en sociedades muy jerarquizadas donde un macho alfa es el único autorizado a reproducirse en su harén. Es frecuente escuchar sus ruidosas peleas por la comida aunque la mayor parte del tiempo la dedican al acicalamiento, una actividad básica para mejorar su posición y relaciones sociales.

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Recientes estudios han confirmado que los macacos son conscientes de sí mismos al mirarse al espejo. La autoconsciencia corporal puede ser una capacidad cognitiva presente en muchas más especies de las que se pensaba, y la adquisición de asociaciones visuales y propioceptivas precisas en imágenes que aparecen el espejo es crucial para demostrar la habilidad de autoconsciencia del animal.

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Recientes investigaciones con animales en cautividad han encontrado que los mandriles son capaces de fabricar y utilizar herramientas creadas con ramas para su higiene personal y limpieza de oídos. Quizá la inteligencia y consciencia de los monos más grandes no esté tan alejada en términos evolutivos de la de los grandes simios como se pensaba.

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Aunque a menudo se le considera un mono, el gibón -abajo- es un simio hominoideo que habita en los bosques tropicales de Asia y se encuentra en peligro de extinción. Vive en pequeños grupos familiares y mantiene siempre una sola pareja. Sus inquietantes sonidos y avisos territoriales pueden oírse a 1 kilómetro de distancia en los densos bosques de la selva. Mediante su lenguaje es capaz de llamar la atención de compañeros, anunciar límites territoriales e informar de su zona de origen. El análisis molecular del genoma completo -fue el último simio analizado- indica que el linaje de los gibones se separó del de los grandes simios hace aproximadamente 16.8 millones de años.

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La palabra malaya orangután significa persona del bosque. Estos primates anaranjados y de pelo largo, presentes únicamente en Sumatra y Borneo, son muy inteligentes y comparten hasta un 97% de los genes con los humanos. A diferencia del resto de grandes simios, su genoma no ha variado en los últimos 15 millones de años, momento en que su linaje se separó del nuestro. Los orangutanes salvajes utilizar hojas para cubrirse del agua de lluvia, para limpiar el rostro o incluso para colocarlas en la boca y emitir sonidos engañosos a los depredadores. En cautiverio utilizan aún más herramientas y gustan de taparse y jugar con telas y cartones. Un reciente estudio ha encontrado que al igual que los humanos, los orangutanes son capaces de hablar a sus crías de acontecimientos ocurridos en el pasado con el fin de enseñarles y prevenir riesgos, lo cual denota un alto grado de inteligencia. También se les ha visto tender la mano a una persona para ayudarla a salir de un río, en una demostración de altruismo impactante.

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Los machos permanecen alrededor del 90 % de su tiempo en soledad, mientras las hembras conviven durante años con sus crías y sus otros hijos jóvenes

Si bien los gorilas no fueron considerados en un principio tan similares genéticamente a los humanos como los chimpancés, recientes investigaciones han demostrado que comparten con nosotros hasta un 98 % de material genético y que para un 15% de los genes compartidos se encuentran modificaciones que influyen en el desarrollo del aparato auditivo y del lenguaje que eran hasta ahora patrimonio exclusivo del hombre. Se cree que nuestro último antepasado común desapareció hace unos 8 millones de años.

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Entre otros comportamientos que podríamos adjetivar como humanos, los gorilas adoptan a los huérfanos, fabrican y utilizan herramientas. Se ha visto a gorilas emplear ramas para medir la profundidad de los arroyos que quieren vadear o usar troncos y cortezas como puentes. Si se les enseña, dominan el lenguaje de los signos y lo transmiten a sus descendientes. Comparten con la especie humano enfermedades como el autismo y la esquizofrenia.

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Los pulgares de pies y manos de los gorilas son oponibles y así pueden manipular objetos con facilidad. Al igual que los humanos, poseen huellas dactilares únicas y uñas en lugar de garras.

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Los chimpancés han sido los grandes simios más estudiados desde el punto de vista genético y conductual. Comparten hasta un 99% de los genes con el género humano, o cual puede hacer pensar que solo nos diferencia genéticamente un misterioso 1%. Sin embargo la ciencia ha demostrado que en realidad es la epigenética o la manera en que estos genes interaccionan con las proteínas, la que determina nuestras evidentes diferencias. Los genes serían como las palabras de una novela pero según se coloquen en un párrafo -y existen infinitas combinanciones- darán lugar a distintas historias y desenlaces. Su linaje genético se separó del nuestro hace solo 6 millones de años y muestra una alta variabilidad genética.

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